A veces no sé ni que pensar ni que decir y me detengo
me callo…
Busco la mejor manera para hablar,
las mejores palabras que decir,
no obstante
están ausentes
como la ceniza de un cigarro consumido
sólo en residuos
en partículas que no conforman nada, y me callo
miro a un lado y las veo sentadas
a ellas
las palabras
y yo, con la boca seca, parada, moviendo las manos
las estoy llamando, lo miro, y ellas…
no vienen,
me miran
no vienen
¿Cómo las llamo si no hay voz?
¿Las manos, la imaginación?
abro un libro,
veo tu rostro,
callada,
yo sin voz
Y tú
callada
cierro el libro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario