viernes, 11 de junio de 2010

Empezó el mundial y ¿qué nos está trayendo?

Hay ciertos deportes de masas

que deberían ser masivamente deportados

Luis Eduardo Aute

El viernes 11 de junio se jugó el primer partido del mundial, como protagonistas estaban la selección mexicana y la anfitriona selección de Sudáfrica. En Cuernavaca, y seguramente en el resto del país se daba la misma situación, se veían calles semivacías sobre las diez de la mañana, lugares repletos de gente vistiendo playera verde, gritos eufóricos cada cinco minutos, retrasos en el trasporte público, radios ruidosas y gente en silencio escuchándola atenta; una media parálisis vital.

¿Ganamos o ganaron?, ¿nos salvó el gol de Rafael Márquez o los salvo? a ellos, a los de la selección mexicana, al equipo de once sujetos que corrieron como tontos siguiendo de un balón durante 90 minutos. ¿Será que el pronombre ellos ahora es equiparable al nosotros? Sí, sí, yo sé que me responderán que ellos representan a México, y que México “somos” todos. Pero, ¿cuánto les ayudamos?, ¿cuántas veces alguien de los que dijo “ganamos” corrió por lo menos una vez los 100 metros que mide la chancha? Y de la misma manera, ¿cuánto de lo que les pagarán será para ti, o para mí o para el vecino? ¿A ellos les importó que tú faltaras al trabajo por ver como se hacían pelotas sin el balón? ¡Ah pero eso sí!, el SME estorba para colocar la pantalla gigante en la plancha del zócalo, que no se te atraviese una viejita frente al auto porque eres capaz de aventarla con tal de llegar al partido, que no te ofendan a tu equipo porque te vas a los golpe.

¿Cuál es la ganancia en todo esto? Cuánto se invirtió en estadios, cuánto se invierte en mandar a la selección mexicana a Sudáfrica para que nada más vallan a dar la vuelta, ¿acaso un campesino no se merece lo que a ellos van a pagarles? Él está al rayo directo del sol más de ocho horas diarias, y qué decir a la semana, de igual manera se cansa, se ensucia, suda; la diferencia es que él produce alimento, ¿los que corren en una cancha al jugar futbol qué producen? Mi respuesta: gente enajenada.

Que se caiga el mundo, que suban el sábado la gasolina, pero el mundial ¡se vive con todo! Dice un amigo que la literatura y el futbol sirven para evadirse de la realidad. Quizá sí, pero yo me apasiono con un libro y no retraso la salida de los autobuses, no grito eufórica espantando al que viene a mi lado, hago un gasto pero el dinero es mío, no me lo da la federación. Total, unos letras y otros goles, cuestiones de gustos y de gastos, de pasatiempo; cada quien elige con qué ha de entretenerse, y cada quién elegirá lo que mejor le venga. ¿Qué te queda a ti?

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