Hoy un soplo de ti me recordó que aún eres humana
Que aunque pasas de largo sin decirme nada
Permaneces volando aquí
Con ese soplo de ser extraordinario que siempre mueve tu cabello
Con eso pasos sordos entre el aire y el deseo que despiertan tus dedos
Volaste liviana por un instante entre nosotros los muertos
Probablemente estás tan muerta como nosotros
Pero no eres igual, -eres- una.
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